Typica, la planta de café que lo cambió todo

Para poder contrarrestar el * monopolio yemení, los holandeses consiguieron robar granos verdes de café en el puerto de Mocha (Yemen) y lograron introducir las primeras plantas de café en las Indias holandesas.

Estas primeras semillas mutaron en suelo indonesio y recibieron el nombre de Typica, que significa “primera variedad”.

* Hasta principios del siglo XVII Arabia poseía el monopolio de la producción de café y su exportación estaba prohibida.

Los orígenes de la planta de café Typica

La historia de la planta de café Typica esta ligada directamente a la de la Coffea Arábica, descubierta en Etiopía por un pastor de cabras llamado Kaldi. Cuando los europeos descubrieron el café durante la época colonial, dos potencias coloniales pusieron todos los medios a su alcance para producir café en sus colonias ecuatoriales.

Por un lado, Francia comenzó a cultivar la variedad Bourbon en la isla de La Reunion (isla Bourbon en la época) mientras que Holanda, comenzó a cultivar la variedad Typica en la isla de Java (Indonesia).

En 1706 los holandeses decidieron llevar a Holanda algunas muestras de las plantas que habían sido cultivadas en Java, y fueron plantadas en el Hortus Botánico de Ámsterdam.

Esta planta única, con una genética casi idéntica a la planta original de Etiopía, fue exigida por Luis XIV (rey de Francia) en 1710 como compensación de guerra.

Luis XIV decidió que se transportaran algunas plantas de café (obtenidas de la planta exigida a los holandeses) a las colonias de las islas occidentales. El resto de la historia podría encajar perfectamente en el guión de una de las películas de Piratas del Caribe.

En 1723, para poder plantar el cafeto en la isla de Martinica, el oficial naval Gabriel Matthieu de Clieu defendió la frágil planta poniendo en peligro su vida. Cuenta la historia que primero unos piratas intentaron apoderarse del precioso botín y que luego, De Clieu tuvo que compartir el poco suministro de agua que le quedaba con la planta, cuando su barco, el “Dromedaire” quedó estancado en unas marismas.

Y es gracias a esta planta única de Java y al compromiso de un solo hombre valiente que se pudieron sentar las bases del cultivo del café Typica en las colonias francesas. Gracias a la selección e hibridación, los productores consiguieron cultivar variedades resistentes y de alto rendimiento a partir de la planta de café Typica original, aunque hoy en día se cultiva en muy pocos lugares.

Typica, un café de excepción

Con el paso de los años, la Typica consiguió establecerse por todo el mundo, regalando algunas de las especies más cotizadas por su calidad. A continuación os mostramos una lista de las variedades de Typica más conocidas y sus orígenes.

– Bourbon: Cultivado en La Reunión y en Martinica.
– Blue Mountain: Jamaica.
– Red Honey: Perú.
– Maragogype: Brasil.
– Sidikalang: Indonesia.
– Villalobos: Costa Rica.
– Kent: India.
– Kona: Hawai.

Características de la planta de café Typica

El cafeto de Typica es fácilmente reconocible. Las hojas jóvenes de la planta presentan una tonalidad bronce brillante. , a diferencia del verde claro de otras plantas de café. Los cafetos adultos alcanzan una altura de 4,5 metros, más altos que la media.

La Typica también se diferencia de otros cafetos en su crecimiento, ya que sus ramas laterales crecen casi en forma horizontal. Las cerezas de café poseen los tonos rojos habituales, aunque son un poco más alargados y casi ovalados.

Su bajo rendimiento es probablemente la única razón por la que este cafeto solo es cultivado en algunas regiones, ya que los expertos coinciden en que su sabor es excepcional.

En el perfil de sabor del café Typica destacan los tonos de bayas con un ligero toque de moras, cuyos ácidos afrutados y frescos dan como resultado un café sorprendente y bajo en cafeína, con un sabor particularmente suave y puro.

Una planta camaleónica

Como un camaleón que es capaz de desaparecer mezclándose con su entorno, la planta de café Typica cambia el sabor de sus frutos según el sustrato del suelo sobre el que florece.

Si el suelo es rico en hierro y aluminio, la planta produce cerezas con aromas afrutados, mientras que en suelos volcánicos produce tonos de nuez que recuerdan a especias exóticas.

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